Desde que tengo uso de razón, me encanta escribir. «La fiesta del té de los monstruos» fue mi primera incursión en la escritura a los 7 años. He de admitir que las ilustraciones que lo acompañaban (¡dibujadas por mí!) parecían más teleñecos que monstruos, pero me sentía orgullosísima creando un capítulo semanal. También descubrí que me encantaba y que tenía mucho talento para borrar frases provisionales y sustituirlas por otras mejores. Hoy en día, por suerte, trabajo como ilustradora profesional. ¡La elección de color y una ambiciosa visión por las imágenes acabadas son, sin duda, todo lo que debería aportar en ese sentido!
La escritura creativa y ayudar a los demás son las dos cosas que más me gusta hacer en este mundo. Me inclino por historias que ayuden, eduquen y ofrezcan una moraleja o un mensaje importante. Tras 20 años de experiencia como consultora informática, profesora y, por último, traductora, la escritura se había convertido en parte de mi trabajo y también en mi hobby. Y, un día, mientras paseaba por un parque… apareció Héctor. En cuestión de un par de semanas, Tyler y Penny se le unieron. Y antes de que me diera cuenta, tomaron la decisión de que me dedicaría a la escritura creativa. Eso fue en 2012.
Con los gobiernos de todo el mundo y las Naciones Unidas destacando la importancia de educar a los niños sobre el medio ambiente, parecía obvio por qué Héctor y sus amigos habían venido a buscarme. He trabajado con niños en muchísimos países. Dado que soy lingüista, me pareció fabulosa la idea de que mis personajes viajaran por el mundo y ayudaran a los niños a cuidar el medio ambiente y a los demás de una forma divertida e innovadora. Así que me puse a trabajar en la publicación del primer libro, «Héctor ayuda a limpiar el parque». Contacté con varios amigos traductores para ver si me podían ayudar y les encantó tanto la historia que aceptaron traducirla. Y aparecieron más y más traductores… hasta que, de repente, ¡Héctor había sido traducido a 12 idiomas!
En 2017, me pasaba los días enviando solicitudes a agentes literarios y editores. Vivía básicamente en un rechazo continuo. Sin embargo, me di cuenta de que solía recibir la misma respuesta: «Tus libros son de ficción y educativos. Nosotros no solapamos géneros.» Por suerte, les hice caso a mis padres y profesores, que me insistían en lo necesarias que eran mis historias y en lo mucho que sus hijos habían disfrutado leyéndolas. Hice caso a mi instinto, me puse creativa y me llevé mis libros a la Feria del Libro de Fráncfort, la más grande del mundo. A partir de ahí, todo despegó a lo grande.
Los tres primeros libros de esta serie se han traducido a más de 20 idiomas, entre los que se encuentran el español, el francés, el chino, el alemán, el árabe y el portugués. El cuarto libro será ilustrado en 2019.
Siempre me ha encantado leer con niños y desde mis modestos inicios visitando colegios locales y librerías me di cuenta de que había un interés por llevar mis libros a muchos más lugares. Gracias a la buena acogida de una gira por Reino Unido en 2018 con el apoyo de los David Bellamy Conservation Awards y la British Holiday Homes and Park Association, pude visitar parques de todo el país y leer mis libros al aire libre (¡un entorno ideal si tus historias tratan del medio ambiente!)
Estoy emocionadísima por participar en una gira europea en 2019 donde visitaré varias tiendas Waterstones, embajadas y colegios de toda Europa, así como el Instituto Cervantes y el British Council en España. También participaré en un evento organizado por el Centro de Seguimiento de la Conservación Mundial de la ONU en Eddington (Cambridge). Y, por supuesto, volveré a la Feria del Libro de Fráncfort. Este año me subiré a un escenario (¡!) para contar a otras personas de la industria literaria lo que se puede lograr si sigues tu corazón y haces uso de la industria del siglo XXI.
Este año se terminará la animación del primer libro de la serie, así que no sabemos cuál será la siguiente parada de Héctor y sus amigos. ¿La televisión, la gran pantalla?
El sueño que siempre he tenido se está convirtiendo en realidad día a día. Parece que el mundo ve con buenos ojos que la ficción y la educación se unan para que los niños comprendan los problemas medioambientales a los que nos enfrentamos. ¡Y gracias a Dios! Ellos son los que tienen que desarrollar soluciones innovadoras en las próximas décadas. A medida que la serie crece y los personajes siguen viajando a lo largo y ancho del planeta, ¡espero que Héctor, Tyler, Penny y sus futuros amigos inspiren a los niños a que hagan lo mismo!